Recorrido por los estilos pictóricos más importantes de los siglos XIX y XX

11 febrero 2024

En este artículo vamos a realizar un repaso por los estilos pictóricos, pintores y obras más representativas de los siglos XIX y XX en todo el mundo: un recorrido por la historia en el que nos detendremos en pinturas que se han convertido en verdaderos iconos del mundo del arte.

Estilos pictóricos desde principios del siglo XIX

A finales del siglo XIX la pintura fue un reflejo continuo de los hechos históricos que se iban sucediendo como la Revolución Industrial, los cambios políticos o la instauración de las nuevas monarquías. Así lo confirman los principales estilos pictóricos de este periodo:

Romanticismo. El Romanticismo es un movimiento cultural que surgió tras la revolución liberal-burguesa. Los pintores de este movimiento dejaban volar la imaginación y también el corazón. Eran dueños y representantes de la libertad en cada una de las pinceladas que realizaban, en las que el color y el desorden eran las claves del Romanticismo.

  • Sagrada Familia de José de Madrazo (1839). En esta obra se muestra a la Virgen María sentada mientras sostiene al Niño Jesús. El expresionismo, los colores claros en contraposición con los oscuros y el sentimiento se reúnen en esta obra.

  • Santiago Miranda de Antonio María Esquivel (1806). Los retratos son uno de los grandes protagonistas de este estilo pictórico. En la mayor parte de ocasiones se realizaban en estancias privadas, poseían tonos oscuros y eran característicos de los matrimonios. Por esa misma razón, también se los conoce como retratos de matrimonio.

Realismo. Con la transformación y mejora de la tecnología las técnicas de trabajo en las industrias cambiaron y, en ese momento, en medio de la Revolución Industrial, aparecieron las corrientes realistas. Los pintores del realismo mostraban en sus obras la realidad desde el punto de vista más objetivo.

  • Fernando VII a caballo de José de Madrazo (1821). Es uno de los retratos más famosos de Fernando VII tanto por sus grandes dimensiones como por su postura como soberano.

  • Doña Isabel la Católica dictando su testamento de Eduardo Rosales (1864). Es una de las obras más ricas de toda la historia ya que supone una nueva manera de realizar retratos a través de la captación de la sensibilidad en los propios rostros de los protagonistas.

Impresionismo. El impresionismo surgió dentro del mismo realismo y es sinónimo de fugacidad. Los impresionistas eran aquellos que recreaban a través de la pintura momentos concretos de la propia realidad. En sus pinturas aparece la mezcla de colores intensos difuminados.

  • Campo de amapolas de Claude Monet (1873). El pintor francés realizó este cuadro mientras observaba un campo de amapolas. Los colores vivos y el gusto por lo natural se reflejan a través de la delineación perfecta de sus trazos.

  • Monet en su estudio flotante de Manet (1874). Esta obra es un homenaje de Manet, amigo de Monet. Siguiendo la filosofía del autor francés apuesta por un paisaje natural en el que trata de hacer uso del difumine.

Regionalismo. Ya a finales del siglo XX aparecen los conocidos como regionalistas, es decir, aquellos pintores que se encargaban de retratar a los humanos. El regionalismo perseguía los paisajes tradicionales españoles.

  • Floreal de José Pinazo (1915). En la obra aparecen mujeres y hombres con los trajes regionales valencianos cargados de frutas, flores y animales.
  • El Balandrito Sorolla (1909). No podía faltar el pintor valenciano por excelencia, Joaquín Sorolla. Este cuadro en concreto muestra a un niño jugando en el agua con un velero. De nuevo la importancia pasa a estar focalizada en los humanos.

Estilos pictóricos hasta finales del siglo XX

En el siglo XX el arte se volvió más activo y participativo. Se presentaba al público un arte más abierto donde la actualidad tanto política como social le quitaba el sitio a las élites del poder. Los siguientes son algunos de los estilos pictóricos más conocidos:

Cubismo. El cubismo es el estilo pictórico que rompe con la pintura tradicional. Este estilo utiliza la geometría en sus cuadros para mostrar el entorno, apostando siempre por los colores oscuros y fríos.

  • Escena de cabaret de Salvador Dalí (1922). Se trata de una pintura surrealista en la que se describía a través de la geometría y los colores fríos una escena real, normalmente cotidiana.
  • El sueño de Pablo Picasso (1932). En el cuadro de Picasso aparece una mujer dormida encima de un sillón. Algunos cuentan que refleja la historia de amor entre esa joven de 15 años y el pintor de 46.

Futurismo. El objetivo del futurismo era romper con lo ya establecido. Con esta pretensión nació en Italia en un momento donde la agitación social y política era una constante. Por ello en las obras futuristas nunca falta el movimiento.

  • Primavera umbría de Gerardo Dottori (1923). Con colores vivos y líneas en movimiento se presenta una primavera en la que el cielo posee forma de círculos y la tierra la forman rectángulos.
  • Velocidad abstracta de Giacomo Balla (1914). El futurista italiano retrató con pintura en aceite el movimiento y la velocidad que generaría un automóvil.

Expresionismo. La corriente expresionista llegó a todos los ámbitos, pintura incluida. Los autores expresionistas son aquellos que expresan sus emociones a través de colores bruscos que reflejan la soledad del mundo tras un conflicto bélico.

  • El grito de Edvard Much (1893). Los colores cálidos predominan en el cuadro expresionista más famoso de los tiempos que tiene incluso su versión emoji.

  • Castillo y sol de Paul Klee (1928). La lluvia de colores y las formas geométricas se dan cita en Castillo y sol.

Pop Art. El Pop Art fue toda una revolución para la cultura. Influenciado por la moda y la publicidad, las obras de Pop Art son las que mayor contenido artístico reflejan, además de las más atrevidas.

  • Latas de sopa Campbell de Andy Warhol (1962). Cuando Warhol presentó 32 serigrafías, en una exposición en Francia, en las que las latas de sopa eran protagonistas los asistentes quedaron horrorizados. Casi 70 años después la de Campbell es una de las obras más reconocidas del Pop Art.
  • En el coche de Roy Lichtenstein (1963). Es otra de las grandes conocidas. En la obra aparece un hombre y una mujer en el interior de un coche bajo los colores vivos que caracterizan este estilo.

Equipo documentalistas de AntiguoRincon.com

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