La vieja historia de la cerveza, la bebida más consumida del mundo

22 junio 2024

Paladear una cerveza bien fresca, con su espuma en su justa medida, es uno de los mayores placeres del mundo. En AntiguoRincón, amantes del mundo cervecero, lo tenemos claro. Y por los datos arqueológicos lo ha sido desde hace miles de años. Les parecerá exagerado otorgar a la cerveza tantos honores, pero ha sido una opinión compartida por miles de millones de personas durante siglos. Incluso para algunas civilizaciones, esta bebida originada por la fermentación de cereales ha tenido relación con su religiosidad, divinidades y rituales mágicos.

La cerveza es una bebida refrescante y nutritiva que se originó en el pasado remoto de la humanidad, cuando se comprobó la fermentación de ciertos cereales en los inicios de la agricultura, la primera revolución (Neolítico) del desarrollo humano. En algunas partes del mundo, su producción se ha convertido en todo un arte y es una industria muy próspera. Países como Bélgica, Austria o Alemania son conocidos como fabricantes excelentes de cervezas. Los tipos y variedades darían para una enciclopedia. Veamos de manera breve el recorrido de la cerveza en la historia.

 

 

De la cebada al lúpulo

Que es una bebida muy antigua, casi en los albores de la historia, pues algunos historiadores sitúan su origen en los últimos recolectores que se convirtieron en agricultores del Paleolítico Superior, está demostrado por las referencias arqueológicas en tabletas de arcilla mesopotámicas y en textos del Antiguo Egipto. También los textos bíblicos mencionan una bebida que, sin duda, es la primigenia cerveza porque se describe como procesada y fermentada con cereales. Se la conocía como “Shekar”, nombre que le daban al grano en la zona de Oriente Próximo.

Ese grano solía ser de cebada. Los egipcios lograron una malta de cebada, la base de la bebida, que mezclaron con especias como el azafrán y endulzaron con miel. Los griegos en sus viajes por el Mediterráneo la adoptaron a su gastronomía y desde éstos pasaron a los romanos, que le dieron el nombre que ahora tiene en castellano: “cerevicia” (en honor a la diosa de la agricultura, Ceres), que derivó en la palabra actual cerveza. Los romanos y algunos pueblos conquistados por estos, como los galos, rivalizaron en hacer la mejor cerveza del imperio. Era famosa la camum” celta, que llegó a costar cuatro denarios, toda una fortuna para la época.

 

 

En la Edad Media, una región de Europa donde crecía con facilidad una variante de los cereales del tipo cebada, el lúpulo, se iba a convertir en referencia artesanal de la elaboración de cervezas. Hablamos de Bohemia, parte de la antigua Alemania y en la actual República Checa. El lúpulo resultaba menos amargo que la cebada y se comenzó a sustituir una -la cebada- por el otro- el lúpulo-. Aunque muchos artesanos de esta producción cervecera siguieron usando ambos cereales mezclados o por separado. Se aumentaba la diversidad de tipos de cerveza, que es infinita según las maneras de hacer de cada artesano cervecero.

En los Países Bajos y los antiguos principados alemanes, «la cerveza» llegó a ser una «cuestión de Estado». Se conocen tratados y edictos de diferentes condes, duques y príncipes donde se regulaban los consumos, precios y el tratamiento de la cerveza, que debía ser lo más puro posible.

 

En el entorno de ese celo y control de la cerveza surge la leyenda de Grambinus. Es un nombre mitificado de origen incierto, para algunos es una especie de ser mágico que favorece la diversión y la felicidad, gracias a las buenas “cosechas” de cerveza. En otra línea de argumentación, Grambinus hace referencia al “Rey de las Cervezas”, al Duque Juan I (Joan Primus: Gram binus) de Bramante, famoso regidor de ricas regiones productoras de cervezas como Bruselas (Bélgica). Todos los gremios cerveceros del centro de Europa pusieron a este duque, Grambinus, como “patrón honorífico” de sus negocios.

 

La cerveza existía en América, no hizo falta llevarla desde Europa

Antes de la llegada de los europeos, los incas y aztecas ya utilizaban de forma autóctona bebidas fermentadas de cereales. Es decir, fabricaban y bebían algo que con toda propiedad se consideraba cerveza y denominaban chicha. La particularidad es que era cerveza de un cereal que no se conocía en Europa, era bebida de grano de maíz fermentado. El maíz no era conocido en Europa, aunque tenía propiedades semejantes a la familia del trigo y la cebada. Sus fermentaciones lograban un caldo usado como ayuda a entrar en trance en ceremonias de carácter religioso.

En resumen, la cerveza o las bebidas de su familia, se usaban en todo el mundo para ceremonias de diversas finalidades. Al principio, en otras épocas, fuesen o no ceremonias de rango solemne, de carácter religioso, implicaban también pasar un tiempo agradable con una bebida estimulante, nutritiva y refrescante en compañía de amigos o familiares.

 

 

Después de este recorrido por la historia de la cerveza, puedes seguir echando un vistazo por nuestra colección de grifos y columnas cerveceras, jarras de cerveza de todos los tipos y colores, láminas…

 

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